
NUESTRAS RAÍCES

Todo comenzó en una plaza de mercado, entre el aroma del mar y el viento cálido que sopla entre las colinas de Cerdeña.
Fue en 1997 cuando Angela y Remigio decidieron cargar el alma de sus productos en una furgoneta y cruzar el mar, rumbo a Cerdeña.
Aún no existía una marca, ni un proyecto definido: solo el deseo de crear algo verdadero, en contacto con las personas, con las manos, con el sol.
Cerdeña los recibió con su tierra áspera y generosa.
Los mercados se convirtieron en su hogar, taller y escaparate.
Cada mañana, un puesto que montar y una sonrisa que intercambiar.
Cada noche, la satisfacción de haber formado parte, aunque solo por un instante, del paisaje humano de esa isla luminosa.
Es allí donde germinó la semilla de lo que hoy llamamos Ismeralda: una historia de coraje, belleza y raíces profundas.
Todo comenzó en una plaza de mercado, entre el aroma del mar y el viento cálido que sopla entre las colinas de Cerdeña.
Fue en 1997 cuando Angela y Remigio decidieron cargar el alma de sus productos en una furgoneta y cruzar el mar rumbo a Cerdeña.
Aún no existía una marca ni un proyecto claro: solo el deseo de crear algo auténtico, en contacto con las personas, con las manos, con el sol.
Cerdeña los recibió con su tierra áspera y generosa.
Los mercados se convirtieron en su hogar, taller y escaparate.
Cada mañana, un puesto que montar y una sonrisa que intercambiar. Cada noche, la satisfacción de haber formado parte, aunque sea por un instante, del paisaje humano de esa isla luminosa.
Es allí donde germinó la semilla de lo que hoy llamamos Ismeralda: una historia de coraje, belleza y raíces profundas.
NUESTROS FRUTOS

En 2015, algo realmente empezó a madurar.
Giuseppe, Silvia y Denis, criados entre puestos y telas,
decidieron recoger la herencia familiar y
transformarla en algo nuevo, estable y con raíces.
Así, con coraje y visión, abrieron la primera boutique
Ismeralda en Porto Rotondo: un pequeño espacio cuidado, hecho
de lino, madera y luz mediterránea.
Desde ese primer paso, la visión tomó impulso.
Hoy, Ismeralda cuenta con 15 boutiques entre Italia y Francia, desde
rincones ocultos de Cerdeña hasta lugares simbólicos de
la moda como la Via de’ Tornabuoni en Florencia.
Un recorrido construido día tras día, temporada tras
temporada, con el mismo espíritu amable y soleado de los inicios.
Y luego llegó el sueño: Porto Cervo.
Un escaparate al mundo, un regreso al corazón elegante
de la isla que nos acogió por primera vez.


LOS NUEVOS HORIZONTES




En cierto momento, el viento comenzó a soplar más lejos.
Y, como todo ser vivo, Ismeralda también sintió el llamado
del mundo.
En 2024, llegamos a México, a Tulum, con el corazón lleno de
gratitud y la maleta llena de lino.
Un lugar salvaje, magnético, hecho de luz y sal, donde nuestro
estilo encontró un nuevo hogar.
Allí, en medio de la jungla y del mar caribeño, nació una tienda
que no es solo un espacio físico, sino un puente entre culturas, climas y
diversas sensibilidades.
Hoy, Ismeralda mira más allá de las fronteras.
Con el mismo espíritu artesanal y poético, desea habitar nuevas
ciudades, contar nuevas historias, entrar en maletas que parten y
armarios que acogen.
Nuestra visión es simple y ambiciosa:
llevar la ligereza del lino, la elegancia natural y la libertad
mediterránea a los lugares más bellos del mundo.
Porque Ismeralda no es solo un lugar o una prenda.
Es una forma de sentirse. En cualquier lugar.